JUAN 13:7 (TLA)

Saulo vio cómo mataban a Esteban, y le pareció muy bien.
Más tarde, unos hombres que amaban mucho al Señor recogieron el
cuerpo de Esteban, lo enterraron, y durante varios días lloraron su
muerte. A partir de ese día, mucha gente comenzó a maltratar a los
seguidores de Jesús que vivían en Jerusalén. Por eso todos tuvieron
que separarse y huir a las regiones de Judea y de Samaria. Solamente

los apóstoles se quedaron en Jerusalén.

Mientras tanto, Saulo seguía maltratando a los miembros de la
iglesia. Entraba en las casas, sacaba por la fuerza a hombres y a
mujeres, y los encerraba en la cárcel. Sin embargo, los que habían
huido de la ciudad de Jerusalén seguían anunciando las buenas
noticias de salvación en los lugares por donde pasaban.

-Hechos 8:1-4 (TLA)

La persecución provocó que los discípulos predicaran en Judea,
Samaria y en todas las naciones.
Hay situaciones de la vida a las que no les encontramos sentido sino
hasta que llegamos al cumplimiento del propósito de Dios. Todo lo que
nos sucede es necesario para que Sus planes se cumplan, incluso esas
malas temporadas.
¡Para los que amamos al Señor todo nos sirve para bien!

Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que lo
aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.

-Romanos 8:28 (TLA)