¡No tienes el control!

Este no era mi plan, tampoco el tuyo. El rumbo de los hechos en los últimos meses han incomodado los planes de incluso las personas con más comodidades en el planeta. Esto nos deja una lección importante; así como hay cosas que el dinero no puede comprar, también hay situaciones que el hombre no puede controlar. 

Esto puede llegar a incomodarnos, a ninguno de nosotros nos gusta perder el control y quedar a la incertidumbre de lo que sucederá mañana. Pero por más que nos esforcemos, debemos reconocer que esta situación se nos escapa de las manos, No tenemos el control y esto puede llevarnos al borde de la desesperación. 

“¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?”  Mateo 6:27

Mucha de nuestra ansiedad nace en no reconocer la verdad que Jesús dice aquí. Estamos frente a una situación que nos supera y que no tenemos la capacidad de resolver. La buena noticia es que Dios sí puede hacerlo. Por si no lo sabías o lo estás dudando, Dios sigue teniendo el control de esta situación. Por eso, lo más sabio que podemos hacer en estos momentos, es soltar nuestra preocupación en alguien que si tienen la capacidad de solucionar nuestra realidad y cuidar de nosotros (1P 5:7).